Para Massimiliano Locatelli, no parece haber límites entre diseño, tecnología y habitabilidad y se sustenta en ellos para componer casas impresas en 3D, sostenible, económica y de marcado carácter modernista para una arquitectura de aprovechamiento de recursos y de fácil construcción.
Durante la pasada Milan Design Week el estudio para el que trabaja Locatelli, CLS Arquitectos, instaló en la Piazza Cesare Beccaria una casa de hormigón de 100 metros de planta, paredes redondeadas y cuatro estancias útiles. Su gran movilidad, permite desmontarla y trasladarla de lugar, así como reutilizar los materiales de construcción para reciclar su producción y crear una nueva vivienda.
El resultado final es rugoso, algo tosco, pero de toque moderno e industrial, muy apropiado para las nuevas construcciones impersonales de las ciudades, pero con alta funcionalidad. Por otro, abierto a todas las posibilidades, dado que la creatividad tiene a su servicio elementos útiles como la rapidez de construcción, su sostenibilidad o su reducido coste.
¿CÓMO SE CREAN CASAS IMPRESAS EN 3D?
Se trata de 35 bloques impresos en una hora aproximadamente y qué en coste total de horas, se terminó de construir en 48 horas, demostración de su uso efímero es que la instalación se desmontó por completo tras la realización del festival y ningún elemento se mantiene en el “lugar de los hechos”.
Su estructura y sus anchos muros son óptimos para conservar la temperatura y es posible abastecerla energéticamente de forma sostenible. Su “nuevo lenguaje arquitectónico” ofrece amplias posibilidades en el nuevo escenario constructivo de nuestra sociedad. Asimismo, su diseño sobrio y contenido, permite monopolizar en la decoración el toque fuerte para la estética del hogar.
Para su construcción se ha utilizado un robot Cybe Construction y es posible ver un plano virtual de la 3D Housing 05 (nombre con que han bautizado a la «criatura») en la web del proyecto donde se hace gala de la sostenibilidad y flexibilidad constructiva que ofrece su desarrollo.
Aunque su coste actual está en más de 1.000 € por metro cuadrado construido, Locatelli espera reducir ese precio hasta los 300€ en un futuro próximo, apostando fuerte por la consecución de un proyecto no sólo habitable, sino económico de producir, para ofrecer respuesta a todo tipo de recursos de inversión.
El proceso constructivo del hormigón, parece más la realización de una tarta, manga pastelera en mano, para distribuir proporcionalmente la mezcla a la que después se agregan las estructuras de puertas, ventanas y cubiertas. Un «pastel» de habitabilidad sostenible.